Lo que me gustaría ser si no fuera lo que soy

Sería un reloj en una mañana insana

un estrecho entre lo impuro de la piel cuando se levanta

y lo turbio de tus malditos dedos escurridos en páginas quemadas

Sería, definitivamente sería, sin ninguna puta duda, una maldita cortina. Blanca. Con la parte que arrastra al piso entre tonos magenta y sepia; que sepia que te me vuelves cortina, cuando decides arrastrarte entre este suelo erosionado.

Sería ese olor a canela casi cadavérico, el que se te forma en lo convexo de tu cráneo, el que no soportas ya, por ese otro olor, casi nuevo, que se te forma entre las ojeras y caderas. 

Tal vez, y solo tal vez, sería un maullido. 

Pudiera ser, si fuese más hombre, si fuese menos cobarde, si tuviese menos errores, una mujer. Desnuda y ciega, con el pecho cubierto de todo eso que me gustaría ser si no fuera lo que soy.