noir lumière

Que si es verdad que el sueño es un gato -y su lengua una flor-
  no lo sé
respondería. Solo sabría decir que todo esto es una luz negra, perdida en la noche, maullando deprisa, manchando el asfalto. No lo sé, respondería, porque esa luz brinca a la ventana cuando la puerta esta cerrada. 

      No podré renunciar jamás al sentimiento de que ahí, pegado a mi cara, entrelazado en mis dedos, hay como una deslumbrante explosión hacia esta luz, irrupción de mí hacia lo otro o de lo otro en mí, algo infinitamente cristialino que podría cuajar y resolverse en luz total sin tiempo ni espacio. Como una puerta de ópalo y diamante desde la cual se empieza a ser eso que verdaderamente se es y que no se quiere y no se sabe y no puede ser.

      Ninguna novedad en esa sed y esa sospecha, pero sí un desconcierto cada vez más grande frente a los ersatz que me ofrece esta inteligencia del día y de la noche, este archivo de datos y recuerdos, estas pasiones donde voy dejando pedazos de tiempo y de piel, estos asomos tan por debajo y lejos de ese otro asomo ahí al lado, pegado a mi cara, previsión mezclada ya con la visión, denuncia de esa libertad fingida en que me muevo por las calles y los años.
 
      Puesto que soy solamente este cuerpo ya podrido en un punto cualquiera del tiempo futuro, estos huesos que escriben anacrónicamente, siento que ese cuerpo está reclamándose, reclamándole a su conciencia esa operación todavía inconcebible por la que dejaría de ser podredumbre. Ese cuerpo que soy yo tiene la presciencia de un estado en que al negarse a sí mismo como tal, y al negar simultáneamente el correlato objetivo como tal, su conciencia accedería a un estado fuera del cuerpo y fuera del mundo que sería el verdadero acceso al ser. Mi cuerpo será, no el mío Loto, no yo que en mil novecientos noventa ya estoy podrido en dos mil diez, mi cuerpo será porque detrás de la puerta de luz negra (cómo nombrar esa asediante certeza pegada a la cara) el ser será otra cosa que cuerpos y, que cuerpos y almas y, como yo y lo otro, que ayer y mañana. Todo depende de...

      Final melancólico: Un satori es instantáneo y todo lo resuelve. Pero para llegar a él habría que desandar la historia de fuera y la de dentro. Trop tard pour moi. Crever en italien, voire en occidental, c`est tout ce qui me reste. Mon pètit cafè-crèm le matin, si agrèable...

Comentarios

  1. ahh frances feo... Ese cuerpo que soy yo tiene la presciencia de un estado en que al negarse a sí mismo como tal, y al negar simultáneamente el correlato objetivo como tal, su conciencia accedería a un estado fuera del cuerpo y fuera del mundo que sería el verdadero acceso al ser.

    eso esta bueno ^^

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