Te sueño herrumbre en el azogue

y así y todo
neblinal y hoscamente
el fascismo que mi jeta ha impuesto
sobre mis abismales tendederos
yace, a tientas,
sobre esta lengua que regaña
que alborota el agua
a sabiendas de su nervio-guillotina

solo hablame tú,
ombligo,
solo tú erige mis pliegos
extiende mis ojos
sacude estos espectros
en el canal que estas piernas significan
hasta esta planta del pie
-saturadas de gardenias-,
que el ánimo me trae de la chingada
y este hervidero de sangre
-del cual solo brotes fallecen-
ha olvidado ya
servirse a si mismo
en tacitas de té de porcelana
que se cimbran entre el vaho de las mujeres.

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pase ud. y mantegase eficaz

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