Libertad

nunca me ha gustado

dormir 

en los viajes largos

de carretera,

siento que algo aguarda ser visto

en el camino;

y es que qué tal si me lo pierdo

que tal si será vital

para seguir 

sobreviviendo


Recuerdo muy bien como todo brillaba cuando me enseñaste un corto llamado ANIMA. Salía Thom Yorke, había danza y eso te había gustado mucho. Me enteré entusiasmado que lo dirigía un director conocido: Paul Thomas Anderson; acordamos entonces, en casa de mi madre, verlo. Esto serviría para desquitar dicha noche que te quedarías a dormir, como otras tantas veces. Pero esta vez, fue diferente. No dormimos en mi cama. Thom Yorke danzando al ritmo de Dawn Chorus, entre otras más, nos rompió el corazón a ambos. No estabamos bien con nuestra familia, en especial con nuestras madres y nos habíamos adentrado en una espiral de cuidado, cariño y de co-dependencia a la que poco a poco nos acostumbrabamos más, pero de la que nunca aseguramos estar listos. Como la costumbre que tengo de no dormir en los viajes largos de carretera, por si me pierdo de algo importante para sobrevivir. Así se sintió aquella noche: "no quiero dormir en mi cama y sin ti, porque siento que me perderé de algo contigo que me ayudará a sobrevivir". Y es que contigo era tan fácil dormir bien... No sé en qué momento empecé a vivir tan al filo y tan alerta. Pero ahora lo sentías tú también, a tu modo. Y es que ver a Thom, quien habiendo perdido a su mujer, años antes, le bailaba y cantaba en esta gran puesta en escena, era solo el contexto de lo que ya nos dolía pasionalmente. No recuerdo si hicimos el amor, pero seguramente si. Eramos la mujer y el hombre primigenio, queriendo escalar alto hacia los dioses y castigados por Jupiter para vagar por la tierra, desesperados y hambriento incluso aun después de encontrarnos. Exhaustos, amanecimos en ese sofá-cama verde que ya nos conocía bien, rodeados de algunos de mis gatos que sorprendidos, no sabían que hacíamos allí, aunque acordaron guardar el secreto. Decidiste o decidimos, no lo sé, ver Lilo & Stich. Queríamos "contrarestar" la amarga experiencia previa, pero sin saber que ya no había vuelta atrás... entre el famosisimo "vochopegaduro, vochopegamás" y el "Ohana significa familia, y la familia nunca te abandona", nos terminamos de poner la soga al cuello. ¿Qué estabamos haciendo, si no acompañarnos en nuestro dolor? ¿Que haciamos si no aceptar que por más que nos abrazaramos y pegaramos nuestros cuerpos desnudos, jamás ibamos a poder unirnos nuevamente, si es que es cierto el mito de que alguna vez fuimos uno? ¿Que haciamos si no entender que por más pasión que siguieramos derrochando, seguiríamos siendo individuos?. Ni el kintsugi más poderoso pudo haber unido con oro los pedazos que dejamos por toda la casa esa vez... ya no recuerdo si desayunamos antes o después... pero lo unico que recuerdo con la misma lucidez que aquella noche, fue la tarde donde pudimos ser padre y madre y se decidió que mejor no... ahí nos dimos cuenta que los pedazos llevaban meses perdidos y regados... y que encontrarlos o recogerlos, ya no tenía ningun sentido... Júpiter ganó.


Mime,

¿cómo deben verse

los videos que existen de ti?

¿es como quien ve una película

con ese pretérito musgoso? 


Es tu familia

la escultora de tu tiempo

que llega a mi

y es que ahí estás tú

pero no eres tú

y es que fuiste esculpida por el tiempo

pero ya no existes,

fuiste tú

pero ya no más

fuiste tú

por tu cumpleaños

pero la rabia de que no seas tú

me ha perseguido desde tus retratos


¿se hizo una tregua por ti

o es genuina la reunión?

cualquiera de las dos

me sentí feliz por ti;

no pude dejar de ver tu nariz

ni tus chinos

para evitar un poco

ver tu sonrisa

no porque no me de gusto,

si no porque temo encontrar

atisbos de aquella luz.

Comentarios

Entradas populares